Peligros de la Publicidad en el sector de la alimentación.Somos lo que comemos. Pero, ¿sabemos lo que comemos?Camilo Bracho. Estudiante de Marketing en ESERP (Madrid) y Entrenador Personal.En el sector de la alimentación, conseguir la fidelidad del cliente es mucho más sencillo que en otras industrias, ya que el consumo continuado de ciertos productos (azúcar, sal, grasas) puede crear una dependencia física real (Adicción) a estas sustancias. Esta es una carta con la que juegan muchas de las principales marcas, a sabiendas de que dicha fidelización puede desembocar y desemboca en graves consecuencias para la salud a medio y corto plazo.Las poblaciones más afectadas por este fenómeno son los menores, niños de entre 5 y 12 años devorados por un marketing sin filtro y cautivados por lo que ofrecen los productos más allá de su uso racional y básico. Emociones, sensaciones, experiencias.Todas estas campañas van destinadas a ellos, a los más pequeños, los padres poco pueden hacer ante el acoso de sus hijos, seducidos por un anuncio atractivo y casi hipnotizados por un 'jingle' pegadizo.La nota en estos casos la ponen los mayores 'responsables’, cuya rápida reflexión de las consecuencias que puede conllevar su negativa (berrinche en el super), les lleva a sucumbir ante la presión del infante. Una mirada rápida al empaque.. y al carrito, el niño ríe, la madre asiente, pero ambos pierden.Como anécdota, mencionar el caso del famoso y polémico eslogan de Nutella "parte de un desayuno equilibrado". Ferrero fue condenado a pagar una gran indemnización (Más de 3 Millones de Euros) a las familias que durante la campaña consumieron el producto y presentaron cargos.Hay quien culpa a Ferrero por publicidad engañosa, otros afirman que el error es de los padres por no contrastar informaciones. En todo caso la cultura nutricional de la sociedad en que vivimos es muy baja, y los peligros de la publicidad en este ámbito, deben ser contrarrestados por padres con criterio, donde la cultura del deporte y la alimentación equilibrada, deben estar siempre presentes.Si nos fijamos en el público joven, el proceso de compra cambia, aunque siguen estando guiados por impulsos, los individuos tienen el poder adquisitivo y capacidad de elección acordes a su edad. La publicidad en este sector apenas tiene impacto.
Excluyendo a las grandes marcas, el resto de productos en este segmento suelen ser homogéneos, por lo que entran en juego otros elementos como el precio, promociones, boca a boca..Dentro de las sustancias antes mencionadas, cabe destacar una que resalta por encima del resto, el azúcar, considerada el tabaco del siglo XXI, ha sido foco de estudios recientes con individuos, llegando a la conclusión de que el nivel de dependencia que produce se equipara e incluso sobrepasa al generado por el consumo de cocaína.Obesidad, diabetes, enfermedades coronarias, fatigas, problemas de espalda e incluso osteoporosis son algunas de las consecuencias directas del abuso de esta sustancia y sus derivados como los edulcorantes artificiales.Saber interpretar las etiquetas de orientación nutricional de los alimentos, identificar los compuestos cuyo abuso representa una amenaza a nuestra integridad físicae instruir a los más pequeños en un consumo prudente y sano, son junto con la práctica deportiva, los retos que nuestra sociedad debe afrontar en esa lucha por la transparencia, en la cual la publicidad entra en ocasiones, cuando los beneficios se convierten en el fin último, y las personas pasan a ser poco más que un mero medio por el cual conseguir dicho propósito.
miércoles, 2 de julio de 2014
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